Daniela L.
Hola, soy Daniela, y hoy quiero compartir con ustedes una experiencia personal que viví cuando era niña. Es una historia que aunque en su momento no entendía del todo, con el tiempo me ayudó a tomar conciencia sobre algo que muchos no notamos hasta que nos pasa: las conmociones cerebrales.
Cuando tenía alrededor de 12 años, estaba en el recreo de mi escuela y había una barra parecida a las que usaban en mis clases de gimnasia. Y como era lo que me gustaba y se me daba muy bien, decidí pararme de manos. No lo pensé mucho. Simplemente lo hice con confianza y pensé que me iba a salir bien, pero me caí, me fui de cabeza directo al suelo. Y lo más importante aquí es que no había colchonetas ni algún tipo de protección en el piso que me amortiguara la caída.
Y en ese momento, sentí un golpe seco. No perdí el conocimiento, pero enseguida me mareé muchísimo. No podía caminar bien. Y honestamente, no entendía muy bien qué estaba pasando, perdí mi noción de todo. Tenía esta sensación como si todo se moviera a mi alrededor. Como si mi cuerpo y mi mente no estuvieran sincronizados.
Una maestra me vio y me llevo a la enfermería y después me fui mi casa, pero el malestar no se me quitaba. Seguía muy mareada, muy confundida y sentía una presión muy incomoda en la cabeza. Mi mamá decidió llevarme al médico preocupada y aunque no uso la palabra conmoción como tal, hoy sé que eso fue exactamente lo que me pasó.
En ese momento, no mencioné la gravedad del asunto, y pensaba que solo me había mareado por el golpe y que al día siguiente iba estar bien. Y como no había sangrado ni moretones, la verdad no le di mucha importancia, pero la realidad es que una conmoción cerebral no siempre se manifiesta de forma obvia, ni por fuera. Y ahí es donde está el problema.
Como no hay sangre y como no te desmayas, la mayoría de la gente no lo toma en serio. Y pues, con el tiempo, con la conciencia que agarré sobre el tema, supe que una conmoción cerebral es como una lesión temporal en el cerebro que ocurre por un golpe fuerte, una sacudida, que hace que el cerebro se mueva dentro del cráneo y aunque se clasifica como una lesión leve, si no se trata bien, puede tener consecuencias serias desde problemas de memoria y concentración hasta sensibilidad al ruido o a la luz, alteraciones emocionales, también insomnio, y otros efectos neurologicos más grave que se repiten sin recuperación.
Hoy me doy cuenta de lo importante que fue que a alguienestuviera ahí para ayudarme y estoy muy agradecida de que así fue, y por eso, decidí contar mi experiencia. No como algo dramático, sino como una forma de crear conciencia, porque la mayoría de las conmociones cerebrales no se detectan ni se tratan adecuadamente. Muchas veces los niños, adolescentes, y hasta a veces adultos siguen con su día como si nada cuando en realidad su cerebro necesita descanso, seguimiento médico, y tiempo para recuperarse.
Me gustaría dejar que un golpe en la cabeza no es algo menor y que si te pasa un golpe y si te mareas, te desorientas, sientes visión borrosa o simplemente que algo no está bien, detente y pide ayuda. Es muy importante que pidas ayuda, y si ves a alguien actuar raro después de una caída, también no lo ignores, tu ve a, tu ve a ayudarlo. Tal vez tú sabes la diferencia entre una recuperación a tiempo o una complicación más seria. Y también, descansar no significa rendirse. Es parte de sanar y el cerebro necesita tiempo para recuperarse igual que cualquier parte del cuerpo que sufre alguna lesión o trauma. Yo agradezco mucho haber tenido gente cerca que me apoyó: a mi maestra y a mi mamá que me llevaron ayuda a tiempo.
Pero sé que no todos tienen esa red, por eso creo que hablar de esto es muy necesario. Y crear conciencia es algo fundamental, porque si nadie te lo dice, tal vez ni siquiera sepas lo que te pasó. Y no se trata de vivir con miedo, sino vivir con información y cuando saber que–y y cuando sabes qué buscar, cómo actuar y cuando pedir ayuda, te puedes proteger a ti mismo y también proteger a los demás.
Y pues, gracias por escuchar mi historia y mi experiencia, si esto resuena contigo o conoces a alguien que ha vivido algo similar comprártelo. Y es muy importante crear conciencia de este tema más y más cada vez.